Bodas del mundo: ¿Cómo es una boda japonesa tradicional?

Seguimos descubriendo como se celebran los matrimonios alrededor del mundo, hoy te contamos todo sobre cómo es una boda japonesa.

22 septiembre 2015
una boda japonesa cover

Siempre decimos que no hay una novia igual a otra, de la misma manera que, si bien muchos de sus elementos se repiten, no hay dos bodas iguales. Para amparar ese pensamiento es que hace un par de meses comenzamos a crear los artículos de nuestra sección “bodas del mundo”, para mostrarte lo diferente que puede ser una boda en otros países, de acuerdo a sus culturas, tradiciones, ritos, etc.

Los primeros artículos se dan en Asia ya que, a diferencia de nuestro continente, cada país celebra el matrimonio de maneras realmente distintas entre sí. Prueba de eso son nuestros primeros dos artículos sobre las bodas en India y las bodas árabes, donde muy pocas cosas se puede decir que son siquiera similares. Para continuar con esta tendencia nos quedamos en el continente asiático (aunque en el próximo artículo probablemente ya viajemos a África), esta vez para contarte sobre cómo es una boda japonesa tradicional.

¿Por qué decimos una boda japonesa “tradicional”? Básicamente porque Japón lleva unos cuantos años abriéndose cada vez más a la cultura occidental, y la forma de celebrar sus matrimonios es prueba cabal de eso: casi el 70% de las parejas de hoy en día se casan a la manera occidental, dejando de lado las bodas sintoístas, que son las más tradicionales de aquel país.

De la misma manera en que la forma de casarse está cambiando en los últimos quince o veinte años, también lo hace la manera en la que se forman las parejas, ya que hoy por hoy solo un 10% de los matrimonios son concertados, creciendo casi hasta lo absoluto las parejas formadas por amor.

Ahora bien, como entenderéis, escribir un artículo para contaros como es una boda occidental en Japón no tiene sentido, ya que básicamente es igual a una boda nuestra, solo que con japoneses en lugar de españoles (bastante obvio, ¿no?). Por eso hoy hablaremos de esa minoría que todavía mantiene con vida la milenaria tradición nipona. ¿empezamos?

 

El miai

miai en boda japonsa

Pintura sobre madera de mediados del siglo XVIII que representa el Miai

En Japón la familia es algo muy importante, y es por eso que de acuerdo a la cultura nipona, un hombre debe estar casado y haber formado una familia antes de los 30 años, ya que no hacerlo podría incluso quitarle la posibilidad de desarrollo y crecimiento laboral. Igual de mal visto está para una mujer, por lo que si una persona se encuentra en edad de casarse (teikireiki) y sus familiares y amigos no han visto indicios de que ésta esté buscando pareja, puede que comiencen a buscarle una.

Ahí es cuando aparece el miai, una tradición japonesa en la que un nakōdo (habitualmente un amigo o familiar) hace las veces de intermediario entre ambas familias. Su trabajo consiste en presentar los principales datos (nombre, edad, educación, empleo, fotografías, etc.) de uno de los miembros de la futura pareja a su contraparte y a la familia. De esta forma, si todos aceptan, se concreta el miai, en el que participarán la pareja, el nakōdo y los padres de los novios. Si el miai prospera, se darán tres reuniones más (esta vez solo entre la pareja) para decidir en la última de estas citas si habrá o no casamiento. De haberlo, antes la familia del novio celebrará una fiesta de compromiso para confirmar la unión.

La fecha de la boda suele preferirse en noviembre o en los días 11, ya que para la tradición nipona el 11 es un numero de buena suerte, aunque como Japón es un país superpoblado, suele haber bodas todo el año.

 

La ceremonia (Shinzenshiki)

boda japonesa 2Este tipo de ceremonia se celebra en santuarios sintoístas (shinto), que pueden encontrarse en hoteles y/o restaurantes preparados para la ocasión. Como casi todo en la cultura japonesa, estos santuarios suelen ser sumamente sobrios y sencillos.

Los primeros en entrar son los invitados y luego la pareja: la novia entra de la mano de su madre y saldrá, ya casada, de la mano de su suegra. El novio, por el contrario, entra y sale acompañado de su padre.

La ceremonia es siempre sencilla y bastante rápida, ya que no dura más de 20 minutos. En ella los novios cumplen un ritual de purificación, se leen palabras de compromiso y se hacen ofrendas a los Kami, que son los dioses sintoístas. Pero el acto más importante de una boda japonesa tradicional es el boda japonesa 2San sankudo (que significa “tres veces tres a nueve”), un rito que se da luego del intercambio de los anillos y los juzus (una especia de rosarios) a través del cual la pareja hace una promesa de matrimonio ante Gohonzon (un objeto de devoción en el budismo japonés), que consiste en tomar tres vasos de sake (que representan al cielo, la tierra y el hombre) en tres sorbos. Este proceso primero lo hace el novio y luego la novia, y se hace de esta forma ya que el 3 es un numero sagrado que traerá felicidad a la pareja y representa la unión de la misma en cuerpo,mente y espíritu. Al terminar la ceremonia los invitados realizan una procesión detrás de los novios hasta el lugar donde se sacarán la foto familiar.

 

La vestimenta en una boda japonesa

Al igual que la ceremonia, la vestimenta suele estar marcada por la tradición: ella vestirá un shiramuko; un kimono blanco con detalles rojos (colores que representan, para la cultura nipona, la pureza y la buena fortuna) que complementará con un wataboshi, una capucha o gorro redondo blanco bastante llamativo, o un tsunokakushi, que es una especia de tocado. Por su parte él vestirá un montsuki, que es un kimono de etiqueta negro decorado con el emblema de la familia, llamado kamon.

wataboshi

Wataboshi

Tsunokakudo

Tsunokakushi

Luego de la ceremonia, y ya en la recepción, los novios suelen cambiarse de vestimenta, incluso más de una vez. La novia vestirá un kimono rojo y blanco (aunque incluso en las bodas japonesas tradicionales algunas suelen elegir los típicos vestidos blancos de novia occidentales) y el novio usará un kimono gris.

En cuanto a los invitados, si bien no hace falta que vistan de un modo concreto, los hombres suelen decantarse por vestirse con kimonos, aunque también pueden hacerlo con trajes normales. Las mujeres en cambio están regidas por cierto protocolo: si es casada debe usar un kimono negro, cosa que no pasa con las solteras, que pueden utilizar colores.

La recepción

La recepción de una boda japonesa suele estar regida por ciertos patrones que se repiten: una magnífica entrada de los novios, luego ambos miembros del nuevo matrimonio presentan en sociedad a su pareja, seguido esto de una enorme cena, discursos de algunos invitados, y finalmente un último discurso, esta vez de la pareja, donde agradecen a todos por estar presentes.

Contrario a la ceremonia, en la que los invitados suelen ser las personas más cercanas a la pareja, las recepciones suelen ser enormes, con varios cientos de invitados. Tradicionalmente el hombre era quien hablaba con todos los invitados mientras que la mujer se limitada a seguirle, sonreír y asentir, aunque la apertura a nuevas ideas que ha vivido Japón ha hecho que esta posición tan pasiva de la mujer desaparezca y hoy sean los dos quienes interactúan con los invitados.

Al final de la recepción, la pareja le dará a los invitados unos recuerdos llamados hikidemono que pueden contener de todo: elementos decorativos, dulces, vajillas, entre muchas otras opciones.

 

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