A lo largo de todo este tiempo hemos ido desarrollando todo tipo de artículos relacionados al mundo de las bodas, analizando aspectos tan importantes como la decoración, la vestimenta, el maquillaje o la música; pero muy pocas veces nos hemos detenido para escribirle un artículo entero al novio, por lo que decidimos que hoy iba a ser ese día: hoy vamos a crear nuestro primer listado de consejos para el novio, una pequeña guía que sirva como ayuda para superar los momentos más difíciles de organizar una boda. ¿Empezamos?
Lo sabemos, buena parte de la boda gira alrededor de la novia, esto ha sido así desde tiempos inmemoriales, pero las cosas han cambiado mucho en los últimos años y el novio ha dejado de ser casi un accesorio para convertirse en lo que es: una de las dos partes fundamentales de una boda. Tenlo en cuenta cuando toméis decisiones juntos: dejar contenta a tu futura esposa está bien, pero no si para lograrlo tienes que dejar de estar contento tú (de verdad, ella tampoco quiere eso)
Del consejo anterior se desprende este. Sabemos que tal vez no tengas una opinión tan formada como tu pareja acerca de ciertos aspectos (el color de las flores, el tipo de decoración para las mesas, etc), pero eso no significa que no puedas dar tu opinión sobre los distintos temas que vayáis a analizar durante la preparación de vuestra boda. Tu opinión es tan válida como la de ella, por lo que debes asegurarte de comentarla cada vez que lo consideres necesario.
Tal vez pienses que a ti no te va a preocupar tanto tu look como puede llegar a preocuparle a tu pareja, y puede que tengas razón, pero la realidad es que a ningún hombre en el mundo le gusta verse feo en sus fotos de boda, por lo que nuestra recomendación es que definas con anterioridad tu look. ¿Vas a usar barba o irás afeitado? ¿De qué color será el traje? ¿Y los zapatos? Asegúrate de responder todas estas preguntas con antelación para dar con el look que más te convenza.
Si quieres que vuestra boda sea algo significativo para los dos lo más lógico es que ambos tengáis la misma carga de tareas, ¿no? Aléjate del estereotipo de novio que no planifica nada y solo se encarga de presentarse en la iglesia el día de la boda, divide las tareas con tu futura esposa para alivianar su carga de trabajo y podemos asegurarte que el resultado será mucho menos estrés en la pareja y una boda mejor organizada.
Incluso si decides hacer caso a nuestro consejo anterior es probable que tu chica llegue al día de la boda sobrecargada de estrés (lo sabemos, tú también, pero en este caso vamos a hablar solo de ella). Si quieres tener un lindo gesto con tu pareja, piensa en un regalo que sirva como agradecimiento por su esfuerzo y como premio por haber superado el momento más estresante de la planificación de una boda.
Parece algo muy obvio como consejo, pero podemos asegurarte de que no siempre es sencillo. El movimiento y la gran cantidad de gente que suele haber en una boda puede hacer que resulte complicado tener un momento a solas para vosotros dos: asegúrate de encontrar uno. Puede ser en la habitación que tengáis reservada en el lugar que celebréis vuestra boda, en un rincón del salón o justo en el centro de la fiesta, pero lo importante es que disfrutéis juntos de vuestra compañía abstrayéndose por un momento de la vorágine de la boda.
No son pocos los novios y las novias que pasan casi toda su boca sin probar un bocado por estar cumpliendo con diversos protocolos. No dejes que esto suceda, la comida es una parte fundamental de cualquier boda y no deberías de perderte la tuya (sobre todo porque fuiste tú quien eligió el menú ;D)
Similar al consejo de encontrar un momento juntos. Sabemos que juntarte con tu grupo de amigos de toda la vida es una pasada, pero también lo es disfrutar de una buena tanda de baile con tu chica, así que asegúrate de no dejar pasar la oportunidad (recuerda que solo te casas una vez).
Habitualmente en una boda se junta muchísima gente con la que hace mucho tiempo no hablas: amigos de la infancia, compañeros de trabajos anteriores, amigos de la familia, etc. Asegúrate de ir hablando con todos a lo largo de la fiesta para así aprovechar esa oportunidad que no se da todos los días.
Una boda es una fiesta y, como tal, merece ser disfrutada. No dejes que el estrés, los nervios o la seguridad de querer que salga todo perfecto te arruinen el momento. Disfruta de tu boda, de tu nueva esposa y de todo lo que un día como este te puede ofrecer.
Esperamos que este artículo te sirva para poder sacarle todo el jugo a tu boda desde el mismo momento del inicio de la planificación. Si así fue, no dudes en compartirlo!